Este local representó uno de nuestros primeros grandes desafíos. Realizamos una transformación total: cambiamos todos los pisos existentes, replanteamos la iluminación, la pintura general y diseñamos cada uno de los muebles. Al tratarse de una joyería, se requería un enfoque más formal y elegante. Por ello, optamos por materiales sofisticados como el caño dorado, el blanco y el vidrio, que aportan luminosidad y refinamiento al espacio.

Siguiendo la identidad de la marca, incorporamos un suave color nude en el mostrador, un detalle que aporta sutileza y armonía al conjunto.

El resultado final es un diseño fino y atemporal, que no solo resalta la belleza de las piezas expuestas, sino que también cumplió plenamente con las expectativas de nuestra clienta, logrando un ambiente elegante y acogedor.